Como reza la famosísima Ley de Finagle (variante de la Ley de Murphy), "si algo puede salir mal, saldrá mal". Este pude ser el título de mi entrada en el 2011. En realidad me consuela pensar que no sucedió todo ello el día 1 de enero, con lo cual, al menos lo que se dice "el primer paso" del año fue algo mejor.
Para comenzar he de decir que hoy afirmo y suscribo que el deporte no es bueno para la salud. Al menos no ha sido nada positivo para mi tobillo izquierdo. El caso es que hace un par de semanas mi tobillo sostuvo una agria polémica con una piedra de cosiderables dimensiones. Mi tobillo argumentaba no se que relativo a la teoría física de la gravedad y a que por definición (y quizás también por convicción) no podía articularse mas que en una dirección (entiéndase pie arriba y pie abajo) y la piedra planteó una muy interesante tesis relacionada con la desestabilización y los peligros de caminar sin mirar por donde se pisa. Indudablemente la piedra ganó por goleada. Baste decir que el premio para el tobillo fue un esguince y a la piedra le he perdido la pista.
Para continuar con el inicio de año, al par de días recluido en casa con la pierda en alto, la gripe (no se si en su variedad estacionaria o la famosa gripe A) vino a mi casa a hacerme compañía.
En definitiva, mi inicio de año ha sido la mar de completo, un esguince de tobillo y la gripe. Como aquí el que no se consuela es porque no quiere, puedo tomar una cosa muy positiva, YA HE PASADO LA GRIPE, ahora estaré libre hasta la proxima (que espero que tarde muuuuucho). En esto sigo las recomendaciones de R., que no deja de repetirme que he de tener una visión menos negativa (se intenta, se intenta).
Como esto se va pareciendo muchísimo a la sala de espera de un centro de salud, creo que voy a cambiar de tema, y lo mejor será hablar de recetas de cocina. Tenía por aquí unos mantecados de vainilla fantásticos que descubrí en el blog de José Manuel, "asopaipas, recetas de cocina casera". Imagino que a estas alturas todos conocen el blog, pero por si hay alguna o algun despistado, aquí va su dirección: http://asopaipas.blogspot.com/. Tal y como ya hice en su momento, recomiendo encarecidamente su lectura, que resulta muy amena, con una variedad de recetas espectacular.
El caso es que pensaba dejarlos para el año que viene, porque me parecía una receta navideña, pero despues de pensarlo, me dije: total, son tan fantásticos que no van a estar un año esperando para ver la luz, y además, los mantecados se pueden comer todo el año... asi que...
A lo que vamos, la receta.
MANTECADOS DE VAINILLA
Ingredientes:
750 gr de harina de fuerza.
375 gr de azucar glas.
375 gr de manteca de cerdo.
2 vainas de vainilla (si son pequeñas, 3).
Preparación:
En primer lugar y con el horno precalentado a unos 140ºC, metemos la harina. Se trata de "secarla" y prepararla de este modo para hacer los mantecados. Debemos mover la harina de vez encuando, para que se seque de manera uniforme.
Sacamos la harina del horno y la dejamos enfriar.
Una vez fría la harina, la mezclamos con la manteca, el azucar y las semillas de las vainas de vainilla (o en su defecto, el extracto). Debe quedar todo bien homogéneo.
Una vez terminada la masa, preparamos las bandejas de horno con un papel de horno.
Extendemos la masa en la superficie de trabajo, con rodillo (en mi caso la masa quedó bastante rebelde, y el rodillo estaba muy caprichoso, así que a rodillo y a mano). Dejamos una capa de 1 a 2 cms y cortamos con un cortapastas de la forma que prefiramos (en mi caso, redondo). Colocamos sobre la bandeja.
Metemos en el horno a 200ºC durante unos 20 minutos aproximadamente (cuidado con pasarse de horno, o quedarán durillos, y es una pena). Sacamos la bandeja del horno y dejamos enfriar los mantecados un buen rato, ya que en este momento son muy frágiles y queman muchísimo.
Fuente: El blog de José Manuel, "asopaipas, recetas de cocina casera", cuya dirección es http://asopaipas.blogspot.com/.
Veredicto. Una receta sencillamente maravillosa. Mi gente quedó alucinada por el sabor, la textura. El comentario de los mas mayores fue: "hace mucho tiempo que no me comía un mantecado tan bueno".